Guía para superar los conflictos de pareja en estas fiestas de fin de año
Nota: Aunque procuramos cuidadosamente que nuestros contenidos eviten el uso de genero para definir roles de pareja, hay circunstancias, sobre todo cuando se relata desde una perspectiva personal que no es posible evitarlos. Esperamos que encuentren este post útil a pesar de este sesgo.
Después de comenzar a vivir juntos, Fer y yo tuvimos nuestro primer conflicto con relación a con cual familia deberíamos pasar la Navidad. La tensión fue en aumento mientras cada uno defendía su posición y el enojo se hacía cada vez más presente.
Soy hijo único y en ese momento no podía ni siquiera pensar que mi madre y mi abuela, con quienes me críe, pudieran pasar la nochebuena sin mí, por el otro lado la historia de Fernanda la convierte en una persona clave en su familia, al grado que sus propios tíos y tías la veían no como sobrina sino incluso como su hermana, lo mismo que sus abuelos que la sentían casi como la menor de sus hijas.
El estrés y tensiones que se pueden presentar en estas fechas es un desafío para la vida en pareja y para las familias enteras. Después de investigar y leer al respecto encontré una serie de herramientas que pueden ser útiles para manejar los conflictos y lograr pasar unas fiestas tranquilas.
Acepta la influencia de tu pareja.
Aceptar la influencia de tu pareja te ayudará a evitar que el conflicto vaya en aumento. Se ha demostrado que las mujeres aceptan mejor la influencia que los hombres, pero los hombres que aprenden a escuchar y responder a la influencia de su pareja tienden a permanecer en relaciones estables, a muy largo plazo y con altos niveles de satisfacción al respecto.
Aquí les dejo una buena razón para que los hombres aprendamos a escuchar. Una encuesta presentada por la American Psychological Association mostró que las mujeres son más susceptibles que los hombres a sufrir estrés durante las fechas de las fiestas de fin de año. Las fuentes de este estrés vienen de la falta de tiempo, falta de dinero y la presión de dar o recibir regalos. Los resultados de este aumento en el estrés pueden mostrarse en el hecho de las mujeres se sienten más cansadas y enfermas, así como una disminución en el deseo sexual.
Una pareja en la que se escuchen mutuamente, y tome en cuenta los deseos y sentimientos de la otra parte al momento de tomar decisiones, pasará unas fiestas más tranquilas. Considera los diferentes aspectos del punto de vista de tu pareja que tengan sentido para ti, incluso si estás en desacuerdo. Considera cada opción desde su perspectiva y dale valor a sus emociones.
Resuelve, en breve, los problemas que tienen solución.
Las elecciones que las parejas hacen en torno de las fiestas de fin de año pueden causar problemas situacionales que son solucionables, por ejemplo, que los niños o parientes quieran regalos caros, o la invitación a un evento que entre en conflicto con otros planes.
El Dr. Gottman, autor del libro The Seven Principles of Makin a Marriage Work, ha identificado un modelo de cinco pasos para solucionar problemas que tienen remedio en corto plazo. Son habilidades que pueden ser aprendidas en poco tiempo. La mayoría de nosotros tenemos estas habilidades, solo necesitan perfeccionarse.
1. Suaviza acercamiento y la manera de comenzar una discusión.
2. Aprende a hacer y recibir intentos de solución.
3. Tranquilízate a ti mismo y a tu pareja (respetuosamente).
4. Comprométete.
5. Procesa cualquier queja o resentimiento para que no permanezca por mucho tiempo.
Comuniquen sus problemas que no tienen solución.
Algunos conflictos de estas fechas ocurren sobre problemas “perpetuos” o condiciones que son muy difíciles de cambiar. Estos problemas se pueden presentar por diferentes prácticas religiosas, creencias o tradiciones familiares, por ejemplo, un conflicto se puede presentar cuando uno tiene la necesidad de ir a una celebración religiosa mientras que el otro es más liberal o por ejemplo si se debe servir picadillo o tofu cuando uno de los dos ama el pavo y el otro es vegetariano.
Cuando una pareja no es capaz de acomodar sus diferencias en cierto punto se convierte en un problema “perpetuo”, lo cual cae en un “nudo de la relación”. Los nudos en una relación, así como los nudos o embotellamientos en el tráfico de las avenidas o autopistas en horas pico nos pueden llevar a sentimientos de pavor, frustración, enojo y hasta pánico.
Descubrir los anhelos y sueños del otro en medio del conflicto y hacer compromisos al respecto, nos puede liberar del nudo y hacer disfrutar de estas épocas de fiestas. Ejemplos de anhelos y sueños en estas fiestas pueden incluir, por ejemplo, compartir una tradición familiar o religiosa o un padre dando a su hijo una experiencia que el mismo tuvo en su niñez.
Si no se atienden oportunamente, los nudos en la relación, se pueden llegar a apretar tanto que terminen ahogando a una de las dos partes. Para ayudar a solventar un nudo de manera práctica de frente a las fiestas de fin de año pueden intentar este ejercicio de tres fases.
En la primera fase cada parte de la pareja tendrá un máximo de 10 minutos para hablar del asunto sin críticas o reclamos de la otra parte. Quien habla debe expresar sus necesidades, deseos y sentimientos mientras su pareja escucha detalladamente.
En la segunda fase, cada uno tendrá de cinco a diez minutos a solas para identificar sus necesidades que no se pueden negociar y en cuales se podría negociar o incluso ceder. En este momento ayuda hacer un pequeño dibujo en papel, por ejemplo, un círculo dentro de un círculo más grande identificando en cuales aspectos se puede ceder lo cual dará espacio para negociar y llegar a un compromiso.
La tercera fase es la pareja compartiendo sus necesidades que no son negociables y cuales se puede ceder para identificar los puntos de flexibilidad y así superar el nudo en la relación.
Llegar a un acuerdo y compromiso.
Fer y yo eventualmente llegamos a un acuerdo y un compromiso. Una vez que se redujo la tensión entre nosotros viendo la situación desde la perspectiva de cada uno logramos sobrellevar el conflicto aceptando la influencia de cada uno sobre el otro. Dividimos la celebración en dos partes, la cena tradicional del 24 de diciembre por la noche la tomaríamos en casa de la familia de Fernanda y pasamos el día siguiente con mi familia. En ambos casos hicimos algo especial para nuestras familias que compensara nuestra ausencia.
Trabajando en sus conflictos de manera conjunta pueden cultivar un entendimiento mutuo y un sentido de “nosotros” mientras mejoran su relación. Una vez que hayan trabajado en solventar sus diferencias podrán saborear la oportunidad de celebrar, agradecer y disfrutar en paz su hogar y familia.