Uruguay, tan pequeño como encantador.
Mis días en Uruguay me hicieron sentir como si el tiempo estuviera sobre de mí… pero sin tener la sensación de prisa.
Texto y fotos Jéssica Monjaraz
Nuestro guía de turistas nos molestó con esta canción todo el viaje “Uruguay es el mejor país, mejor que Francia, mejor que París”. El mundo charrúa es (re) diferente a como lo imaginaba. Montevideo especialmente es una ciudad chiquita, enigmática, nada elegante, gastada y encantadora por supuesto.
Uruguay es muy él, desde mi perspectiva, por estas cinco razones:
Investigué, busqué y encontré. Yo pedí “Chivito al plato” y mis amigas “Chivito al pan”.
La diferencia fue que el mío tenía un mar de ensalada debajo de la carne y el de ellas estaba metido en un pan con carne, ensalada y un montón de papás a la francesa. Ricas ambas presentaciones. El Chivito es el plato típico de Uruguay y si lo acompañan con alcohol es mejor. No se asusten por la cantidad de huevo.
2. En nuestro último día en Uruguay visitamos Colonia, una ciudad cuyo nombre deriva de que fue tomada miles de veces entre españoles y portugueses.
Casi para partir de vuelta a Argentina alcancé a escuchar a lo lejos tambores. Obligué a mis amigas a correr para encontrarlos. Candombe puro señores. Nos sentimos muy turistas pero muy llenas del corazón al poder verlo. El candombe es un baile típico uruguayo que tiene raíces africanas y que pasa de generación en generación.
3.Salir de la discoteca/antro/club a las altas horas de la mañana y que el mar este enfrente no suena tan anormal si estas de viaje en la costa.
Que el mar esté enfrente y puedas comprarte un Mc Donald’s para que no te pegue la cruda y te vayas a comerlo viendo el amanecer sobre la arena… no tiene madre ni comparación. La playa en Montevideo no es la más linda (pero sí que es especial) y Punta del Este sí, lo tiene todo.
4. Largas y oscuras caminatas es lo que nos regala Montevideo sobre su avenida principal
La calle 18 julio, y sobre todas las calles del barrio de Palermo o las cercanías del Parque Rodó. Paren en algún bar o café y tómense una Pilsen. No importa si hace frío.
5. Entre el Bó y el Tá yo fui la más feliz.
Soy una fanática del español y descubrir tantos micro-universos a través de las palabras me emociona demasiado. Si conocen gente del Uruguay notarán que tienen esta “muletilla” integrada de una manera muy peculiar que va entre frases y las conecta: el TÁ. Para decirle a alguien algo así como “güey/weon/ché” escucharán un BÓ. El acento uruguayo y el argentino son iguales, con esto sabrán la diferencia de uno a otro. Qué bonito ¿no creen?
Un agradecimiento especial a @VictorPinedaMx por todos sus tips sobre este país. Solo los valientes van tan abajo ☺